Poema 10
Eres inaprensible,
tan lejos y cercano;
mis manos jamás podrán
acariciar tu rostro,
pasar mis dedos
por la línea de tu boca,
besar mis labios
tus párpados cerrados.
Eres inalcanzable
aún estando a mi lado.
Nunca reposará mi cuerpo
junto al tuyo,
ni mi aliento
tomará tu gusto,
ni tu aliento
exhalará mi olor.
Eres inaccesible a este ser humano
que al extender sus brazos,
suplicante,
implorando tu contacto,
no puede llegar a ti
porque te has refugiado
en un mundo interior.
Pero no desespero.
Tengo el resto de mi vida
lleno de paciencia.
Te veo en esa cápsula
de vidrio transparente
que rodea tu cuerpo,
que rodea tu espíritu,
que rodea tu mente,
...y no desespero.
Sé, que permaneceré sentado
ante el frío cristal
por tiempo de los tiempos;
sé que algún día,
en algún momento,
tus ojos volverán
a fijarse en mí
como en el primer encuentro,
cuando no te veía,
tan abstraído estaba
con el cielo cambiante,
y tu me mirabas intrigado,
deseando saber quién era,
por qué era,
que te atraía de mi
sin conocerme.
No desespero.
Ya hace tiempo
que el cristal está astillado.
Se resquebrajó
en el momento preciso
en que desperté tu interés;
...bajo la lluvia rosada
de los cerezos en flor.
Hoy me encuentro aquí
con mi mejor sonrisa,
esperando el relámpago
que deslumbre tus ojos,
esperando el rayo
que romperá tu carcel,
esperando el minuto,
el apenas segundo,
que tornará a tu vida
la deslumbrante sonrisa
de haberme reconocido.
(Para Puri)
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